Inaugurando el ciclo de charlas insertas en la programación de la XIX Fiesta Nacional de la Pelota de Fútbol, el paso del futbolista bellvillense Matías García por el auditorio del CPCE, dejó una sumatoria de vivencias, consejos y experiencias acerca de las diversas etapas que atravesó para cumplir su sueño de arribar al profesionalismo.
En su rica exposición, recorrió una línea de tiempo que comenzó por el niño que corría detrás de un balón en las divisiones inferiores del Club River Plate de nuestra ciudad y en su afán de crecer, intentar proyectar una carrera en plena adolescencia.
Esa toma de decisión, el alejamiento de la familia, extrañar su casa y los amigos arribando a una ciudad con las dimensiones de Rosario, fueron aspectos sacrificados que, según manifestó García, pudieron ser afrontados por el valor de tener un objetivo y las ansias de generarse un futuro.
Luego de abordar el plano técnico y físico, incursionó en la mentalidad que se debe ir forjando para superar las adversidades y frustraciones. Desde no ser convocado, no ser titular, no tener un buen partido, errar un penal, el manejo de la derrota y las lesiones, siendo éste último un capítulo aparte y muy interesante de escuchar ya que, en el caso de García e incluyendo intervenciones quirúrgicas, lo alejaron de las canchas en un par de ocasiones por un tiempo prolongado.
Posteriormente, el bellvillense tuvo oportunidad de abordar cuestiones de su presente. Contó al público lo vivido en Gimnasia y Esgrima de La Plata con el impacto que significó tener a Diego Maradona como director técnico. El recuerdo permanente que le queda de haber convivido con semejante figura y de recibir sus consejos diariamente, fue algo manifestado con emoción por García.
García cerró con un claro concepto respecto a lo que implica ser un futbolista profesional, involucrando tanto el ser buen compañero para la armonía de un plantel y vestuario, como el estricto cumplimiento de horarios, la disposición permanente que se debe tener ante las necesidades del club y el respeto a los compromisos asumidos en un contrato.
CALIDAD HUMANA
Matías iba a quedarse con el pase en su poder meses previos al salto hacia el futbol mejicano, decidiendo marcharse para que el club pudiera obtener algo de dinero en una transferencia. Optó por darle un beneficio a Gimnasia.
Para tomar dimensión de este gesto de nobleza, vale recordar que previo a su llegada a Gimnasia en julio de 2019, García rechazó una jugosa oferta de Independiente del Valle de Ecuador y priorizó regresar al en un momento complicado del Lobo, a pesar que allí se lo había dejado libre a finales de 2015.
Con esta historia tan particular y poco común en el exigente profesionalismo de estos tiempos, así es que, a los 29 años, su paso al fútbol mexicano fue algo más que merecido en su carrera.